La muerte es una sorpresa que viene en un
estuche negro enviado por el destino
Nunca pretendí vivir para siempre, tampoco vivir
poco; solo quise vivir algunos años. Lo suficiente como para tener la oportunidad que
todos tenemos al nacer, la de una infancia, una adolescencia, una juventud, Pero me
sorprendió la muerte y no tuve tiempo de ver como se envejecía mi piel, como se ajaba mi
rostro, como se emblanquecía mi cabello. No llegue a tener el don de la vejez, la de
tener nietos, la de usar un bastón y caminar de tropiezo.
Cuando estaba vivo, nunca creí en la vida
después de la muerte, y ahora que estoy muerto sigo sin creerlo. Porque aquí no hay
nada, ni nadie, solo un espacio vacío, hueco, infinito como un remolino que gira muy
lentamente, en donde mi alma pasea en él, no sé hacia donde me lleva, porque mientras
más vueltas da, sigo sintiendo que estoy en el mismo lugar.
La muerte es tediosa, aquí no hay donde
escribir, no hay una hoja, un lápiz, ni donde sentarse, no hay libros para leer, no hay
parques, ni niños recreándose en ellos, no hay casa ni edifico, no hay automóviles esos
que me atormentaba cuando vivía, pero aquí extraño sus cornetas, sus motores.
La muerte es una eterna soledad, un eterno
silencio, no hay con quien hablar, con quien discutir...¿ Donde están los otros muertos?
¿ Dónde está Dios o el diablo?, ¿ Dónde
está el cielo o el infierno?
¡NO HAY NADA!, ¡ NO HAY NADIE!, Lo único
presente es mi pensamiento, mis recuerdos, y creo que me duraran poco, porque mientras
más vuelta doy, menos recuerdos tengo. Trato de pensar una y otra vez en los buenos
momentos de mi vida, para que no se borren con los lentos giros de este remolino. Trato de
pensar en mi esposa, recordar cuando me casé, su imagen no quiero olvidarla, su rostro no
quiero borrarlo. Pienso en mi mamá, en mis hermanos, en los besos de mi abuela, imagino
mi madre viejita como mi abuela, imagino mi esposa señora como mi madre, imagino a mis
hermanos todos hombres, todos casados con hijos y hogar.
Por algún instante pienso que no estoy muerto,
pero el tedioso ambiente me recuerda que si lo estoy, ¡qué si morí ¡ qué el infarto
fue fulminante. Aunque no pueda ver la gente llorar, aunque no me sienta dentro de esa
caja negra rodeada de multitudes, velas y coronas. !sé que estoy muerto!. Porque no
siento mi cuerpo, ni alcanzo observarlo. Sé que tengo unos pies que me llevaron hasta el
ultimo segundo de mi vida, pero no se como fallaron, dejé de sentirlos y caí. Sé que
tengo unos brazos unas manos, esos que crucé muchas veces esperando una bendición, que
también me fallaron porque no tuvieron fuerza para volverme a levantar. Se que tengo unos
ojos, los mismo que tengo desde que nací, los que exploraron mi corto mundo, los que
ayudaron a enamorar mi corazón, ellos también me fallaron, porque ya no puedo ver a mi
madre, mis hermanos, mi abuela ni a mi esposa. Sé que tengo un corazón aunque ya no este
latiendo, el primero que me falló, el que me hace escribir estas líneas aun estando
muerto.
¡Humanidad cuiden su corazón, cuiden su vida ¡
porque... LA MUERTE ES UNA SORPRESA QUE VIENE EN UN ESTUCHE NEGRO ENVIADO POR EL DESTINO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario